sábado, 23 de enero de 2010

SÓLO UN PÁMPANO

"yo soy la vid y vosotros los pámpanos" (Juan 15:5)

Es sólo un pequeño pámpano,
una cosa tan frágil y tan débil,
pero ese pequeño pámpano tenía un mensaje
verdadero para dar.
Si tan sólo pudiera hablar.
"Soy un pequeño pámpano,
vivo por medio de una vida que no es mía,
porque la savia que fluye a través de mis
sarmientos más chicos
es la sangre de la vida de la vid.
De hecho ningún poder tendría
para producir el fruto de mi vida
pero desde que soy parte de la vid viviente,
puedo compartir de su fertilidad.
¿Se pregunta usted cómo puedo permanecer?
¿Cómo puede mantener esta vida?
Estoy unido a la vid por el poderoso lazo de la vida,
y sólo debo permanecer,
en donde mi vida fue dada por primera vez,
En el lugar en el que estoy establecido,
sostenido y levantado mientras pasan los días,
por el tallo que aún me sostiene.
No temo por los días futuros,
no vivo en el pasado.
Mientras que momento a momento
llevo una vida que por siempre durará.
Los luminosos rayos de Sol me dan su calor
los cuales con dulzura llenan mi fruto.
Sin embargo, no soy dueño de los
frutos que hay por ahí
porque todos vienen de la misma raíz.
Una vida que no me pertenece porque es
la vida de otro en mi:
este es el mensaje que el pámpano daría.
Un mensaje para ti y para mi.
Oh, no luches para permanecer,
ni trabajes para producir fruto,
Mas bien deja que Jesús mismo te una a El
como el pámpano de la vid a la raíz.
Tan simple, tan profundo, tan fuerte será esa unión con El:
Su vida reemplazará para siempre a la tuya
y su amor fluirá a través de ti,
porque el fruto de su Espíritu es amor.
Y el amor llegará a ser tu vida,
y para siempre en su corazón de amor
tu espíritu tendrá su hogar.
"Freda Hanbury"

miércoles, 13 de enero de 2010

CÓMO CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS


Juan 5:39-42

"Escudriñáis las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida. Gloria de los hombres no recibo. Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros".

Las Sagradas Escrituras, dan testimonio de Cristo, pero es su vida la que nos dará un nuevo corazón en el cual el amor de Dios estará en nosotros y también nuestra mente carnal será transformada en una mente renovada. De esta manera el cristiano es capacitado para conocer cual es la verdadera voluntad de Dios y por lo tanto, en El vivimos, nos movemos y somos " Hechos 17:28.