lunes, 14 de septiembre de 2009

EN LA PRESENCIA DE DIOS.

Salmo 20:7

"Unos confían en sus carros,
otros en sus caballerías,
nosotros invocamos el nombre
del Señor Dios nuestro".


Los cristianos no nos conducimos con los recursos humanos sino con la gracia de Dios, para que de esta manera reine en nosotros la gracia por medio de la justicia y así se pueda terminar con el poder del pecado, por medio del Espíritu de vida, ( 2 corintios 1:12) para luchar contra todas las maquinaciones y asechanzas del diablo. Los cristianos, somos del día vestidos de coraza de justicia, de fe y de amor, y tenemos la esperanza de la salvación como yelmo. (Efesios 6:14) , ( 1 Tesalonicenses 5) No somos de la noche ni de las tinieblas, si no que somos hijos de la Luz y del día. Por lo tanto , no debemos dormir si no velar, orando en todo tiempo. Nuestra vestidura es la justicia porque vendrá el enemigo y el Espíritu de Dios levantará bandera contra él. (Isaías 59:19)

miércoles, 2 de septiembre de 2009

CUANDO TODO ESTÁ EN TU CONTRA.


En la vieja naturaleza somos el blanco débil de las flechas de nuestros enemigos. Todo está en nuestra contra y somos constantemente atacados sin entender el por qué, y lo que es peor, sin posibilidad de alcanzar por este camino la verdadera Paz que es sólo una.

Juan 14:27 " La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo".

Sometidos y a merced de una multitud de apetitos codiciosos, que se enseñorean de nosotros y nos llevan por donde quieren alejándonos del reposo. Es importante no olvidar que estamos en terreno enemigo en el que no somos bien recibidos y que tratará de engañarnos, moldearnos y sumergirnos en la amargura, fábulas y leyes de los hijos de desobediencia.

Sólo cuando se pierde el interés en uno mismo se puede hallar la verdadera Paz y ya no serás atacado a través de tus vanas esperanzas y muchos miedos.

Isaías 58:13-14
Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.